Sueños: SEIS

Un escenario familiar, las llamas arden a mi alrededor, no puedo escapar a mi destino, no tengo perdón.

Un ascensor
junto a Hikari,
subir y subir, vamos mirándonos a los ojos mientras nuestros oídos son ensordecidos por nuestra música. El ascensor choca muy fuerte contra el techo y en la parte rápida de la canción el ascensor empieza a caer desde el cielo hasta el infierno.
condenados
Sin hablar, un paso al frente y a juntar los corazones.
Es diferente, ¿qué sucede detrás de tu pecho hoy?
Cuando nos tocamos, sólo puedo ver arboles conectando sus raíces rosas acompañados de aromas florales. Así quisiera sentir otras cosas, es lo único que tengo permitido en un instante como ese.
Pero no hoy.
Tan sólo alucinaciones tranquilizadoras,
¿sobredosis de oxígeno?
Al despertarme me encuentro en medio de la devastación, el apocalipsis; el cielo es rojo y están cayendo meteoros encendidos desde el cielo, veo cómo las partes azules se caen a pedazos y se disuelven formando todos los colores más fríos hasta los más ardientes, como múltiples arcoiris efímeros. Hikari se ha ido, no la veo por ninguna parte. El miedo me invade, tengo que salir de ahí.
Correr y correr sin dirección hasta que un lago se cruza en mi camino inexistente, al ver mi reflejo en el agua plateada me doy cuenta de que en lugar de ojos, sólo tengo cuencas vacías y sangrientas, los cinco sentidos se van, me dejan únicamente con el sexto. Al regresar en mí y ver el cielo, está ella sin ojos, arrojando todo el caos al mundo, fuera de sí.

No hay lugar para piedad, ¡no aquí!

La violencia...
La violencia es paciente y aguarda,
la llegada de la ira.

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