SUEÑOS: OCHO

Cada número es arte puro,
las emociones que me hace sentir ¡cada número! son demasiado poderosas.

En la mitad del bosque de Sakuras, puedo escuchar a cada árbol, su lenguaje es mediante canciones, todos con melodías únicas que hacen que desentierre mis sentimientos ocultos bajo avalanchas de miedo. No tengo vergüenza de nada, me siento libre, de nuevo. Y es en este instante de placer y felicidad, cuando Hikari aparece a mi lado, siempre estuvo ahí bailando conmigo y abrazando los árboles; pongo mi brazo izquierdo (el de las marcas y enterramientos) sobre su hombro y choco nuestras cabezas. Sus ojos voltean hacia mí y su boca exclama: "que bonito es estar junto a la persona que amas, ¿no?".
Mi cabeza empezó a cuestionarlo todo de nuevo, ¿por qué no simplemente me quedé con la interpretación más simple?, me estoy agitando, me estoy despertando. Y ahí estaba de nuevo en la penumbra azul de la realidad.


Siempre hablando, siempre cantando, siempre gritando.

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