La muerte madrina

Hay días para todo, días para pedir el mismo deseo de siempre o tratar de cambiarlo, días para resignarse o días para salir a luchar por las cosas que queremos cambiar. No está mal sentir las cosas así pase el tiempo, hay que sentir y no evitar; porque forzar a curarse, ejercer demasiada presión sobre el corte solamente abre más la herida y nos hace sangrar. Cada quien tiene sus propios lapsos de recuperación así que no hay que generar estrés si "te estás tardando demasiado". Por lo tanto está bien vivir en el pasado, oler los recuerdos sin miedo ni reprensiones, para empezar a vivir con tranquilidad. La vida es de colores primavera, sabe a pasto recién cortado con azúcar. Se guarda en lo más profundo de cada quién y no es correcto enjaularlo y olvidarle.

Y es que algo me pasó y me pone triste, estoy muy muy triste.

Ya he tenido el coraje para querer sentir mucho de nuevo, pero cuando quiero desempolvar mi viejo ser no lo encuentro. No estoy inconforme con la persona que me he hecho, pero extraño mucho las cosas que hacía antes, siempre extraño las cosas que hacía antes. Hoy me siento muy oscuro con espíritu decadente; de verdad estoy dispuesto a volver a sufrir el tormento más grande, estoy dispuesto a sentir el dolor más miserable, pero no encuentro las dagas en ninguna parte, las que tenía parecen haberse agotado y todas están incrustadas en mi esternón roto, si las saco de ahí, moriré y pasaré al púrpura absoluto. A la mierda con esto.
Me gusta transformarme en luna llena, me gusta el olor que produce mi sangre con la de los demás, me gusta el dolor.

Hay algo que todo lo cura.

Pero eso se ha acabado para mi.