Café de insomnio

Sólo cuando perdemos todo lo que "tenemos" es que somos libres de hacer lo que queramos.
Aunque las posesiones son una falacia, son más bien préstamos.
Tarde o temprano tenemos que entender, que somos sombras y cenizas, que algún día vamos a morir y quien sabe, tal vez hasta los recuerdos nos abandonen en el infinito misterio del más allá.

Mis ojos me hablan, repitiendo que estoy en el lugar equivocado, no estoy haciendo lo que debería, pero es que no sé qué es lo que quiero ser, no hay un sueño propio al que pueda seguir es cómo un final parcial, no sé cual es la motivación que deba entregarle a mi espíritu.

Primero lo primero, el problema radica en que se supone que un tipo de felicidad es tener la libertad suficiente de hacer lo que quieres hacer, encontrarse en un contexto tan "ordenado" tan adecuado para que lo que hagas sea lo que quieres hacer; pero he ahí el dilema, no sé que es lo que me gusta hacer, cuando estoy frente al espejo, observando en mi universo interior, no encuentro la respuesta, mis ojos observan hacia otro lado disimulado la decepción de que ese lugar tan profundo y trabajoso de llegar, esté vacío al final de cuentas.

-Qué es lo que quieres ser?
-¿Ser?, tu no eres tu trabajo, si vas a preguntar, piensa en la respuesta que quieres recibir, no vengas sin ningún conocimiento previo.
¿Cómo la pregunta puede estar mal formulada? ¿qué es lo que quiero ser?. No tiene sentido, efectivamente.
-Explícame, la verdad es que no entiendo.
-Lo tienes, tú lo tienes. Si no sabes que quieres ser o quién eres o que significa ser, entonces es que no sabes todo acerca de ti mismo, ni del mundo; me agradaría revelar los secretos de auto-conocerse de diversas maneras pero la verdad es que no lo sé hombre, sólo sabrás quien eres hasta que toques fondo, en cada contexto debes saber que es lo que vas a hacer a continuación, poco a poco te irás conociendo mejor. Algo de lo que si estoy seguro es del hecho de que quieres, que queremos; al final de la historia encontrar la paz en medio del fuego, ser capaces de muchas cosas mediante una voluntad inquebrantable, quieres deshacerte de tu sistema nervioso simpático que tanto te agobia, eso es a lo que le temes, a tener miedo, a sentirte en peligro, a sentirte tan vivo, tal vez lo más correcto es aceptar tu verdadero SER, eres el cielo, eres una nube, si, eso es, eres una nube.
De repente noté que mi imagen se empezaba a hacer frenética, errática, evacuaba ideas sin fundamento que no dejaban de ser hermosas, toda esa mierda me parecía genial, me gustaba lo que veía, no quería que el momento se acabara, jamás, quería estrellarme con el espejo para ser uno conmigo mismo, con mi faceta mas demente.
-Cambiando, dejándose llevar, siendo, siendo sin parar, solo siendo, eso es a lo que yo le llamo ser.
-Y pues sí así están las cosas, es sensato, si, no hacer nada, nada más de lo necesario, nada, nada, ¿cómo se hace nada? nada tiene sentido, pero eso está OK.
Nada que pueda terminar en un punto nexo, oh dios ahora los puntos nexos, dios, el destino cambiaría si la llego a cagar en algo que parezca mínimo. Sin embargo ¿así estará escrito?

Hablemos de eso.
No necesariamente la idea de los puntos nexos tiene que ser erradicada de la idea de destino, de hecho pueden trabajar de manera conjunta sin ningún problema. Si el destino de cada persona es único, los puntos nexos pueden cambiar el presente de alguien para que las probabilidades de que acabe en ese destino aumenten.
Alguien le va a disparar a Juan Felipe en la cabeza el 6 de agosto de 2027 pero sí los puntos nexos hacen que poco a poco Juan se vuelva loco, tenga un ataque, asesine a su mejor amigo y termine en un manicomio canadiense, las probabilidades de que alguien penetre en la seguridad de la clínica son muy reducidas al otro escenario, donde Juan descubrió que la pasta de cocaína aparte de ser barata hace un muy buen conjunto con la heroína, pronto todo su dinero, toda su familia, todas sus posesiones empiezan a esfumarse, así que para conseguir la dosis acepta secuestrar a Lina, de quien se enamora en el camino hacia la madriguera de su jefe, el dealer, a pesar de que sólo fueron 94 minutos de viaje fue suficiente para que Juan se imaginase una vida junto a Lina, cómo ella lo iba a ayudar con su adicción y cómo se irían a vivir al campo, se cambiaría el nombre a Jack y nunca los encontrarían, serían muy felices, nada más que ver nubes y cosechar maíz, toda la historia o más bien el delirio, se va cuando Juan está parado en frente del dealer, sujetando a Lina de su cabello dorado, siente pesar porque tiene las manos manchadas de aceite y sangre, su cabello de seguro se estropearía aunque quien sabe, hasta podría ser benéfico con todos esos extraños menjurjes de hoy día, Juan le suelta un disparo a su jefe, libera a Lina y salen corriendo hacia la calle de las cuatro de la mañana, cuadras y cuadras, parece que las personas que los seguían eran pensamientos de loco pero un dolor punzante hace que el tiempo se detenga, las rodillas renuncian a seguir funcionando y se doblan, dejando que la cabeza de Juan se golpeé estrepitosamente con el suelo en la parte trasera dejando un sonido seco en su interior, lo único que tiene para decir es que ama a Lina se lo dice con sus últimos alientos, que es feliz, que todo está bien, pero  se lo dice al espejo de agua sucia del charco que está a su lado, está solo porque Lina lo ha dejado, sin embargo el piensa que ella está ahí, que está ahí para no seguir maltratando su corazón atravesado, se engaña a sí mismo, TOCÓ FONDO, SIGUIÓ SU INSTINTO, una alucinación de la chica llorando encima de él, mientras la muerte se acerca disgustada, el jodido disparo tenía que haber sido en la puta cabeza.

¡Maldita sea!

No queda resuelto nada.

Burning as hell