Margen

La horrible facilidad de destruir, la tremenda sencillez del mal y ésta es la principal causa que los divide, el mal es mucho más sencillo y ese maquiavelismo puede llegar a ser increíble, interesante, intrigante.
No es necesariamente una respuesta que se le dé a las otras personas, te puedes hacer el mal a ti mismo sin darte cuenta ¿sabes? si te pones a pensar el que es malvado o bueno no eres tú, es tu subconsciente que te maltrata o te acicala. Supongo que tampoco es coherente afirmar que el alter-ego propio es de un color, todo es un yin yang y cómo hoy pudiste levantarte, mirarte al espejo y pensar: "que horrible soy, muérete", mañana por el contrario podrías despertar y al mirarte decir: "te amo, eres hermoso", todo es cuestión de un ciclo lunar mental que es controlado por la magia y no se cuestione más al respecto.
Personas con un corazón hambriento, delirante; suelen lastimarse mucho y sí, se lastiman ellos mismos porque al igual que mi dilema sobre el corazón y la daga, si no lo hacen ellos mismos entonces le otorgan ese poder a alguien más. Si tienes miedo está bien ¡de verdad!, si no tienes miedo también está bien, sin embargo eso deja mucho que decir sobre las personas, todos en la vida hemos sufrido y hemos aguantado laceraciones de diferente grado, todos estamos destinados a curarnos o a morir de la misma herida, de una infección o del suicidio por un dolor insoportable, la morfina para el corazón no existe sin precio, esos dolores hay que afrontarlos, y de manera correcta porque vamos, hay que ponerse en los zapatos de los demás. Después de sentir lo que sea que hayamos sentido, queda la actitud para el futuro, ¿seré valiente o seré prudente?, por favor que esta valentía no sea confundida con idiotez, es tarea difícil no confundir los términos porque aunque se entre al rosal lleno de espinas y salir sangrando, esto no significa que se deba dejar de hacer, la magia lo puede todo o llámala como quieras, todo está escrito en un plan divino que se forja mediante el espíritu con la magia, y habrá un día que toda esa valentía, todas esas heridas sanarán y serán recompensadas con el anhelado pacto entre la magia y el espíritu de un luchador, el premio estará allí y sólo resta agarrarlo. Es lo que creo y es lo que decido, estoy dispuesto a cualquier herida que quieran darme, hagan lo que les plazca que al final de cuentas ustedes son los únicos que se lastiman, mientras yo sigo domando mi jauría de lobos de la que pronto, seré líder.

Randall Flagg