Consciencia

El amor juega con la percepción del espacio-tiempo lo hace "efiterno", hace más estúpido al portador y lo hace más susceptible a los encantos ajenos, los receptores neuronales empiezan a enloquecer con toda la química circundante, todo se hace más bello, todo parece importar menos. Empieza el flote, que lleva a vagar por el universo de nubes primero, innumerables formas e interpretaciones, la verdad se cuestiona y si el amor mismo lo permite, el flote se hace más fuerte hasta que de esas mismas nubes nacen alas y se cosen a la espalda conllevando una sensación de control, de poder volar, ahora se puede viajar más allá, se puede ir a los planetas relativamente cercanos, observar y escribir sobre ellos, amarlos y dejarlos ser ya que si llegamos a este punto y el control continúa no es correcto dejar de explorar y conformarse, el amor no es así. El impulso del mismo llevará a galaxias lejanas y no se puede temer sobre qué será del camino de vuelta, el desapego es esencial para conocer el significado, la verdad absoluta sobre este tema que tanto revuelo ha dado por la mente de todos alguna vez en la vida, aseguro que cuando halla un planeta del que no te quieras marchar, en el que haya una belleza despótica; en este instante el fracaso iniciará y el vahído camino de regreso a la Tierra enfermará el ser, el veneno siempre se concentra en el corazón, en la mente y el espíritu, abriendo las puertas al desamor que no es nada más que la desintoxicación adictiva, la química en el cerebro irá al revés y todas las etapas retrocederán en orden, hasta que te halles observando algo hermoso, el punto de partida, el momento cero, y ya no se tenga el interés de antes, todo habrá cambiado, no serás el mismo.

Sin embargo, ¿estás dispuesto a correr el riesgo?
Deshagámonos de esta monotonía, arroja tu cordura y sólo deja espacio para la locura que pide a gritos una oportunidad.

Juega con astucia tus cartas.