La bandada de cuervos

Pensándolo bien no soy tan distinto de mis compañeros, tal vez siempre fui como ellos pero la etapa escolar me hizo cambiar, quien sabe, (aptitud para mejorar: aumentar la seguridad en mi mismo), de cierta manera ya no me siento como el niño diferente, ahora puedo compartir muchas de mis aficiones, por ejemplo: soy amante de los videojuegos y en especial de League of legends, hablando de esto, me hice amigo de todos ellos gracias a que mi primo recientemente me había regalado una manilla referente al juego y mis compañeros al notarlo me hicieron saber que ellos también jugaban, entre charlas pequeñas sobre el juego y nuestras vidas, actualmente los considero grandes personas en quienes puedo confiar, compartir momentos y decirles que es lo que pienso, porque sé que le darán el valor respectivo a mis palabras.
Siempre he pensado que el cuervo es un ser incomprendido, al igual que muchos otros individuos, este es frecuentemente despreciado sin saber que solo está cumpliendo con la misión que Dios nos ha otorgado a todos los vivos: sobrevivir. Al referirme a mi y a mis amigos como una bandada de cuervos, estoy queriendo decir que durante el tiempo que hemos compartido, en repetidas ocasiones he notado cierto desprecio hacia lo que somos cosa que nunca había sucedido antes; las personas nunca ven el lado bueno de las cosas, siempre están observando y juzgando lo que para ellos no está bien, pero aseguro que si esas personas que nos juzgan, conocieran lo que hay dentro de la cabeza de cada uno, iniciaría a ver las cosas de una manera distinta.
He aprendido mucho de cada una de estas nuevas personas y después de largas reflexiones en solitario y en conjunto con ellos (si, también les fascina pensar y detenerse a observar todo lo que les parece bello), creo que lo que he aprendido me llegará a servir para ser un mejor ser humano.

Ravens in a cold world