La eternidad de la ausencia
No me quiero ir, tu tampoco quieres irte; no entiendo el porqué de tus acciones; pensé que primabas tus propios intereses, pensé que tenías miedo de que te hiciera daño, pero no es nada de eso, es algo que no he logrado descifrar. Las cosas que me has hecho sentir son muy coloridas, he tenido mucha luz y electricidad desde que te conozco.
Es por eso que si te vas, lloraré todos los días.
Cumplí conmigo mismo, confié ciegamente en ti;
lo logré.
Me vas a hacer tanta falta. Es cierto que nunca te dejaré ir del todo, porque yo sé a que hueles, yo sé a que sabes, yo sé como te sientes. Mis recuerdos siempre estarán susurrándome que hay algo que falta, que hay algo que necesito para poder continuar. Mi llama no se encuentra adecuada para demostrar lo que algún día fue, no es ni comparable, pero aún así quiero entregarte esta pequeña porción de lo que soy, de lo que fui, esta chispa, es todo lo que me queda.
Tengo mucha confusión ahora, quiero que me ayudes a sanar antes de que te vayas, así como he logrado cosas en ti, también quiero que logres esa última cosa en mí, no creo que nadie más pueda hacerlo, eres la única que tiene el poder para curar mis heridas, siento que tener tu fuego negro calentando mi corazón no está mal, se siente bien, aunque sepa que ese fuego no se apaga y que terminará por consumirme por completo, es algo que estoy dispuesto a hacer, debido al o que siento por ti. Haber puesto tu fuego en mi corazón no fue una solución momentánea, fue una decisión definitiva, desde el principio supe el riesgo que corría y aún así decidí seguir por tu camino hasta el punto en que, aquí me tienes, amándote, haciéndote parte de mí con cada momento, entregándote mi futuro, para que con tus manos tengas un gran impacto en él.
Tengo mucha confusión ahora, quiero que me ayudes a sanar antes de que te vayas, así como he logrado cosas en ti, también quiero que logres esa última cosa en mí, no creo que nadie más pueda hacerlo, eres la única que tiene el poder para curar mis heridas, siento que tener tu fuego negro calentando mi corazón no está mal, se siente bien, aunque sepa que ese fuego no se apaga y que terminará por consumirme por completo, es algo que estoy dispuesto a hacer, debido al o que siento por ti. Haber puesto tu fuego en mi corazón no fue una solución momentánea, fue una decisión definitiva, desde el principio supe el riesgo que corría y aún así decidí seguir por tu camino hasta el punto en que, aquí me tienes, amándote, haciéndote parte de mí con cada momento, entregándote mi futuro, para que con tus manos tengas un gran impacto en él.
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