El secreto del espacio
1000. D.G (Después de Guardia)
En una tierra donde la magia es algo inusual y la tecnología empieza a darse la mano con la ciencia, las civilizaciones humanas disfrutan de una ordenada y calmada paz, la guerra había finalizado años atrás y las preocupaciones más grandes no eran más que simples quehaceres.
Los ciudadanos de Whiterun se dedicaban a sus tareas diarias, la mayoría eran campesinos dedicados a la producción de distintos bienes para el castillo Guardia; el terror que tuvieron que vivir sus antepasados les obligaba a cobijarse bajo una fuerza lo suficientemente imponente para darles esa seguridad, este era el papel que cumplía la familia real.
En una pequeña casa de esta villa vive Ezra con su madre y un pequeño amigo felino, Ezra se dedica al arte de la espada y con tan sólo 19 años es todo un espadachín; está entre ojos para ser reclutado al ejercito Guardia pero aún le falta habilidad y madurez; en sus tiempos libres le ayuda a su mejor amiga Adeline o "Ade" con sus extrañas pero curiosas invenciones, Ezra es el sujeto de pruebas preferido de Ade y gracias a ello se han vuelto inseparables.
En esta época del año el castillo Guardia da unas ferias a las que todos los villanos pueden asistir y pasar un buen rato, Adeline este año tenía una plaza donde daría a conocer su más grande invento, supuestamente era una máquina teletransportadora y Ezra tenía que estar allí muy puntual para hacer la demostración.
Antes de salir de casa su madre le hizo una adición a su quincena para que pudiera comprar algo en la feria. En el camino hacía la plaza donde debía encontrarse con Adeline habían personas disfrazadas de monstruos haciendo una carrera por toda la feria, los niños reían mientras gastaban su dinero en tonterías y comida chatarra, entre toda la multitud había une hermosa muchacha de tez blanca y cabello rubio, Ezra quedó algo atontado viéndola y sin darse cuenta cayó al suelo, producto de ser atropellado de un dinosaurio gigante, la muchacha se acercó para ayudarlo a levantar y se presentó, se llamaba Marlé. Cuando Ezra se incorporó sin dejarlo hablar si quiera, la chica empezó a gritar mientras se sostenía su cuello vacío, su precioso collar había desaparecido y tenía un valor sentimental inimaginable, Ezra la tranquilizó y le repuso que iban a buscar el collar, -Tranquila, lo encontraremos y todo estará bien, dijo. Tras un par de minutos de búsqueda, cerca de allí en una tienda de feria estaba colgando el collar como premio al que ganase el juego, Marlé le exigió al dueño del juego que se lo devolviera pero el tipo armó un escándalo y los soldados se empezaron a acercar para ver que sucedía, al ver esto Marlé se asustó y se iba a ir pero Ezra con el dinero que le había dado su madre más temprano, compró un ticket y le prometió a Marlé que lo ganaría para ella, y así fue, el juego consistía en cortar unos troncos de madera utilizando sólo una espada pero vamos, eso significaba cotidianidad para Ezra. Marlé estaba muy agradecida por ello y le propuso pasar el resto de la feria juntos a lo que Ezra sin dudarlo aceptó. Pasearon un rato y visitaron algunas atracciones bastante interesantes pero ya era hora del espectáculo de Adeline; cuando llegaron ella recibió a Ezra y éste presentó a Marlé.
La plaza estaba llenándose cada vez más, dentro de poco iniciaría la teletransportación de Ezra pero primero Ade decidió hacerlo con frutas e incluso su propio hamster que no era más que una rata de laboratorio pero Ade le tenía cariño; la máquina consistía de dos cabinas, las partículas de lo que se fuera a teletransportar aparentaban desintegrarse y re-organizarse mediante cabinas, era todo un espectáculo pero muy peligroso; al subirse Ezra estaba un poco nervioso como de costumbre y a pesar de no haber hecho pruebas previas Adeline era una genio y el confiaba a plenitud en ella. La máquina empezó a funcionar y Ezra sintió que se le iban las luces pero en menos de lo que pensaba, había un montón de gente aplaudiendo asombrados en su rostro, había sido un éxito y Ade sonreía complacida, su invento era perfecto. Al regresar con Marlé, ésta le dijo que quería intentarlo también, Ade lo aprobó y Marlé se subió a la primera cabina, de nuevo todos gritaban de la emoción; Ade encendió la maquina, verificó que todo estuviera en orden y la puso en marcha, los gritos se hicieron más intensos pero la máquina no empezaba a funcionar, algo andaba mal, el collar que colgaba en el cuello de Marlé empezó a brillar con mucha fuerza, hasta emanar un rayo enceguecedor, la teletransportación había comenzado, el cuerpo de Marle se torno a partículas pero en lugar de llegar a la otra cabina, fueron succionadas por un agujero de apariencia transparente, el collar quedó en el suelo de la primera cabina y Marle había desaparecido. Atónitos, Adeline y Ezra retiraron al público lo más rápido posible, Adeline estaba perpleja, no había margen de error, todo tenía que salir perfecto, frenética reviso la máquina, pero todo estaba en condiciones para trabajar, el collar; algo fue mal por culpa del collar.
En una tierra donde la magia es algo inusual y la tecnología empieza a darse la mano con la ciencia, las civilizaciones humanas disfrutan de una ordenada y calmada paz, la guerra había finalizado años atrás y las preocupaciones más grandes no eran más que simples quehaceres.
Los ciudadanos de Whiterun se dedicaban a sus tareas diarias, la mayoría eran campesinos dedicados a la producción de distintos bienes para el castillo Guardia; el terror que tuvieron que vivir sus antepasados les obligaba a cobijarse bajo una fuerza lo suficientemente imponente para darles esa seguridad, este era el papel que cumplía la familia real.
En una pequeña casa de esta villa vive Ezra con su madre y un pequeño amigo felino, Ezra se dedica al arte de la espada y con tan sólo 19 años es todo un espadachín; está entre ojos para ser reclutado al ejercito Guardia pero aún le falta habilidad y madurez; en sus tiempos libres le ayuda a su mejor amiga Adeline o "Ade" con sus extrañas pero curiosas invenciones, Ezra es el sujeto de pruebas preferido de Ade y gracias a ello se han vuelto inseparables.
En esta época del año el castillo Guardia da unas ferias a las que todos los villanos pueden asistir y pasar un buen rato, Adeline este año tenía una plaza donde daría a conocer su más grande invento, supuestamente era una máquina teletransportadora y Ezra tenía que estar allí muy puntual para hacer la demostración.
Antes de salir de casa su madre le hizo una adición a su quincena para que pudiera comprar algo en la feria. En el camino hacía la plaza donde debía encontrarse con Adeline habían personas disfrazadas de monstruos haciendo una carrera por toda la feria, los niños reían mientras gastaban su dinero en tonterías y comida chatarra, entre toda la multitud había une hermosa muchacha de tez blanca y cabello rubio, Ezra quedó algo atontado viéndola y sin darse cuenta cayó al suelo, producto de ser atropellado de un dinosaurio gigante, la muchacha se acercó para ayudarlo a levantar y se presentó, se llamaba Marlé. Cuando Ezra se incorporó sin dejarlo hablar si quiera, la chica empezó a gritar mientras se sostenía su cuello vacío, su precioso collar había desaparecido y tenía un valor sentimental inimaginable, Ezra la tranquilizó y le repuso que iban a buscar el collar, -Tranquila, lo encontraremos y todo estará bien, dijo. Tras un par de minutos de búsqueda, cerca de allí en una tienda de feria estaba colgando el collar como premio al que ganase el juego, Marlé le exigió al dueño del juego que se lo devolviera pero el tipo armó un escándalo y los soldados se empezaron a acercar para ver que sucedía, al ver esto Marlé se asustó y se iba a ir pero Ezra con el dinero que le había dado su madre más temprano, compró un ticket y le prometió a Marlé que lo ganaría para ella, y así fue, el juego consistía en cortar unos troncos de madera utilizando sólo una espada pero vamos, eso significaba cotidianidad para Ezra. Marlé estaba muy agradecida por ello y le propuso pasar el resto de la feria juntos a lo que Ezra sin dudarlo aceptó. Pasearon un rato y visitaron algunas atracciones bastante interesantes pero ya era hora del espectáculo de Adeline; cuando llegaron ella recibió a Ezra y éste presentó a Marlé.
La plaza estaba llenándose cada vez más, dentro de poco iniciaría la teletransportación de Ezra pero primero Ade decidió hacerlo con frutas e incluso su propio hamster que no era más que una rata de laboratorio pero Ade le tenía cariño; la máquina consistía de dos cabinas, las partículas de lo que se fuera a teletransportar aparentaban desintegrarse y re-organizarse mediante cabinas, era todo un espectáculo pero muy peligroso; al subirse Ezra estaba un poco nervioso como de costumbre y a pesar de no haber hecho pruebas previas Adeline era una genio y el confiaba a plenitud en ella. La máquina empezó a funcionar y Ezra sintió que se le iban las luces pero en menos de lo que pensaba, había un montón de gente aplaudiendo asombrados en su rostro, había sido un éxito y Ade sonreía complacida, su invento era perfecto. Al regresar con Marlé, ésta le dijo que quería intentarlo también, Ade lo aprobó y Marlé se subió a la primera cabina, de nuevo todos gritaban de la emoción; Ade encendió la maquina, verificó que todo estuviera en orden y la puso en marcha, los gritos se hicieron más intensos pero la máquina no empezaba a funcionar, algo andaba mal, el collar que colgaba en el cuello de Marlé empezó a brillar con mucha fuerza, hasta emanar un rayo enceguecedor, la teletransportación había comenzado, el cuerpo de Marle se torno a partículas pero en lugar de llegar a la otra cabina, fueron succionadas por un agujero de apariencia transparente, el collar quedó en el suelo de la primera cabina y Marle había desaparecido. Atónitos, Adeline y Ezra retiraron al público lo más rápido posible, Adeline estaba perpleja, no había margen de error, todo tenía que salir perfecto, frenética reviso la máquina, pero todo estaba en condiciones para trabajar, el collar; algo fue mal por culpa del collar.
Distorsión
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