El silencio verdadero

La forma de ser del ser humano, su mentalidad, su estilo de vida. Son costumbres y adicciones. Cada pequeña cosa que te define es un pedazo de tu historia. 

Ser humano, es peligroso. La maldición que recae sobre nuestro éxito es muy caótica e impredecible. Además de que también tenemos la horrenda capacidad de ver todo a perspectiva. Nada es bueno ni malo, no hay diferencia entre la vida y la muerte. Las ideas sueltas que habían caído al suelo vuelven a levantarse y a conectar lo que se destruyó. La suma de sus partes no es tan grande como el todo. Totalmente de acuerdo.

Ahora que tengo un lazo atado al cuello. No, la verdad siempre estuvo allí, pero decidí ignorarlo. Ahora no puedo respirar. La neumonía fue el catalizador para divisar la realidad una vez más. Pude cerrar los ojos y ver lo que hay dentro de mí. Fue algo alucinante. 

Nada está intacto, todo está destruido. No ha vuelto y me atrevería a decir que no volverá. De mis cenizas he renacido. Ya no es rojo. Ahora es de todos los colores y no mezclados. Es un bosque de pequeños retoños. Está toda la variedad necesaria para la salud y prosperidad. Y en el centro del bosque, se halla la más preciosa Sakura. Llegó de Saturno para plantar la vida de ese planeta.

Ya escuché estas historias antes. 

Sé lo que viene ahora.

DÉJATE DESPERTAR

¿No estás cansado de toda la violencia que reside dentro de ti?

Solo déjala salir.

¿Qué esperas?

Sí es todo lo que sabes.

Ya todo eso se terminó.

Ya no creo en las mentiras perfectas. Esto es real. Desperté y encontré algo nuevo. Extrañamente siento que estuve aquí antes. Como si hubiera regresado a ser un niño y tuviera la posibilidad de crear. El camello tuvo la determinación. El desierto lo acogió. El león mató al dragón y destruyó todo a su alrededor. Y el niño renació. Eso fue lo que pasó. 

Siempre pensé que el silencio era la puerta a la paz, lo leí en un proverbio chino. Pero mi silencio era un silencio falso, trivial y lleno de susurros sin sentido. El silencio se rompió. Los susurros se hicieron innecesarios. ¡Ahora no estoy solo! Todo lo que siempre quise, lo que soñé. Descansa en mis brazos. 

En cualquier momento lo habremos perdido todo y no estaremos preparados para eso. 

Por fin puedo descansar.