El día bendito

Para María:

El día en el que se decidió tu llegada todo cambió.
Fue muy tarde cuando me di cuenta.
Así que abrí la puerta a mi pequeño mundo.
El cosmos junto sus más bellas partículas.
Y te creó.

Tu piel la hizo de montañas de arena de Marte.
Tus sonrisa la hizo de rayos de luz de estrellas de neutrones.
Tu cabello lo hizo de tormentas de fuego del sol.
Tus ojos los hizo de agujeros negros que no parecen tener fin.
Tu mente son millones de nebulosas coloridas chocando entre si.
Tu corazón es el centro de la galaxia.
Que me mantiene con los pies pegados al suelo. 

Pero más que todas esas partes.
Eres un conjunto precioso que sólo así como está. 
Se ve como algo de otro mundo.

Eres vida.

Te ama, Andrés.

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