Pedazos
De ver cómo están mis sentimientos, para analizar mi fuerza.
¿Me estaré haciendo fuerte? ¿Seguiré igual de cobarde?
Y hoy pasó algo particular.
Lo que ayer me hizo llorar desconsolado, hoy no me mueve ni una pestaña.
Cada vez, me hago más trizas contra el suelo,
dejando pedazos más y más pequeños.
Con la intención de no poder encontrarlos en el futuro.
Dejarme perdido en la tierra.
Porque sé, que de ahí sale lo más bello.
La vida.
Tal como lo pedí, todos los recuerdos se han ido borrando, se han ido diluyendo poco a poco hasta ser imágenes en escala de grises, pierden incluso el contraste, manchas, líneas, puntos. El resultado final es mi lienzo de antaño, pero en tonos negativos; negro absoluto, inmanipulable, ávido de gracia, de vida y de atención. No me arrepiento ni me arrepentiré, es por eso que afirmo que no extraño nada, el que no me guste esta "sensación" (entre comillas porque es una falta de sensaciones) nada más me afirma que lo he conseguido, tampoco me desagrada, no siento nada, ¡no siento nada por fin!
¡NO SIENTO NADA!
Dentro estoy golpeando los barrotes, mordiéndolos y queriendo escapar. Lo sé, me conoces muy bien. Por dentro, hay gritos, hay dolor y claustrofobia; pero es el precio que tengo que pagar, que tenemos que pagar, mi dualidad infinita y yo. El fuego, no podrá derretir la prisión que he creado, he pensado en todo, no me quebrantaré nunca jamás, esta vez, esta vez si funcionará.
Conmigo se va el amor, las sonrisas coquetas y el aroma aguamarina.
Tus provocaciones son ácido maldito que quema mis pulmones, lava brotando a través de mis venas pero amigo, tu no sabes por lo que he pasado, ¿ya te olvidaste?
El vacío, gélido e incontenible de la experiencia.
Nunca podré matarte, sin matarme. Eres parte de mí, te amé. Pero no más, llévate toda esa mierda a el lugar donde vas a estar. No quiero morir aún, me gustaría obedecer mis principios muy estrictamente, para ser recordado ¿no te agrada la idea?
Estamos juntos en todo, nunca estarás solo.
¿Eso es lo que le dijiste a nuestros amigos? Bueno al fin y al cabo somos amigos, somos compañeros.
La condena la decides tu ¿cómo puedes dudar tan pronto? Te veías tan decidido.
Mi espíritu me guía a la lucha, el honor y el sacrificio me llenan, hace que esos sentimientos que te estoy encomendando se vuelvan tan poderosos que cual titanes, puedan echar viento, fuego, tierra, aire y rayos fuera de la entrada de su prisión. Defender lo justo y ser duro como el acero.
Luchar por la bondad.
Y morir haciéndolo.
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