Lazos reconfortantes: 03/07/16
Una vez más mi razón se enfrenta contra mis sentimientos y esta batalla al parecer ya ya tocado fondo.
El día de hoy me dispuse a pasar el día con una de mis mejores amigas, ya que era su cumpleaños número 18 y aunque estuviese triste por todas las cosas que aún no puedo dejar de lado, no podía fallarle, no a ella, así que con la mejor actitud posible asistí a su reunión. El día estuvo hermoso, el clima al principio estuvo un poco caliente pero con el llegar de la noche, se tornó perfecto, pase unos buenos momentos con mi amigo Andrés con el cual habíamos quedado de llegar juntos a la reunión, me contó sus experiencias en su sitio de estudio e hizo que el tiempo pasara mas rápido de lo habitual, hace mucho no lo veía y quería desempolvar la caja de recuerdos que tenía con él, fue bastante enriquecedor saber que las personas con las que me gradué se extrañan unas a otras, al parecer no era el único.
Cuando llegamos por primera vez conocí a los familiares de Beba, de los que tanto hablaba y me di cuenta que todo era verdad, eran personas muy joviales y con buena energía, justo lo que necesitaba; un momento de tranquilidad para poder distraerme de los malos pensamientos, adicional a esto, allí se encontraban 2 amigos más, o bueno, yo los considero así, Juan David y Valeria, me alegró verlos y saber que no han cambiado para nada, toda buena aura era bienvenida. Tras minutos de charla, mencioné la expedición (sin saber porque realmente), y ellos mostraron gran interés por saber cuales eran los sentimientos que yo había estado alojando en este lugar, me sentí muy incomodo porque pensé que se iban a burlar, como lo expresé en "La bandada de cuervos", siempre la gente tiende a pensar que lo que hago es ridículo y ya no quiero ser el centro de las burlas, así que tras una larga "rogadera" accedí a que leyeran. Su reacción fue totalmente opuesta a la que yo esperaba, al parecer se entretuvieron leyendo tanto, que Beba y su novio Nikolla también se pusieron a escuchar mientras Juan David leía. Conocieron un poco más de mí y me lo hicieron saber, no sabía que sentir pero definitivamente no era ningún sentimiento pérfido.
Lo primero que se me vino a la cabeza al verlo, fue que Dios quería hacerle un regalo a Beba en su día especial.
Posteriormente a esto, terminé en la casa de uno de mis mejores amigos: Jaime, donde se encontraban otros 2 que también aprecio muchísimo: Camilo y Julian, así como dijo Camilo, son de esos que puedo contar con mis dedos y de eso hablaremos más adelante.
Con Camilo y Jaime siempre tenemos un pequeño "problema", y es que siempre que la vida nos da tiempo para pasarlo juntos, terminamos bebiendo, irremediablemente, pero es una costumbre que me agrada compartir con ellos porque, me han manifestado que en absolutamente todas las veces que nos encontramos y bueno, bebemos, tienen un gran rato y la pasan muy bien, independientemente de donde nos encontremos o lo que estemos haciendo; cuando se trata de ellos no me importa pensar en mi mismo primero, porque como lo he dicho antes, si las personas que quieres están felices, consecuentemente tú también lo estarás.
No sé si fue por mis acciones pero Camilo se dio cuenta de que estaba triste en mi interior y pues ya saben, el alcohol te inhibe de toda mentira existente en tus nervios, les termine contando acerca de los percances con MM, al parecer ¡ella logró confundirme a mi!, y no sabia que hacer realmente, Jaime siempre es muy indiferente con estos temas, por el contrario Camilo y sorprendente-mente Julian se mostraron predilectos al tema; me dieron un gran consejo que aplicaré porque tras reflexionar bastante, creo que podrá solucionar mis problemas. La solución me pone aún más triste que el problema pero es un momento nada más, es un corte seco, del que podré sanar con el tiempo y el problema es más como una herida que no quiere curarse, duele mucho pero prefiero sentir un dolor fuerte y saber que terminará.
Canción de la noche: Twenty One Pilots - Heathens
El día de hoy me dispuse a pasar el día con una de mis mejores amigas, ya que era su cumpleaños número 18 y aunque estuviese triste por todas las cosas que aún no puedo dejar de lado, no podía fallarle, no a ella, así que con la mejor actitud posible asistí a su reunión. El día estuvo hermoso, el clima al principio estuvo un poco caliente pero con el llegar de la noche, se tornó perfecto, pase unos buenos momentos con mi amigo Andrés con el cual habíamos quedado de llegar juntos a la reunión, me contó sus experiencias en su sitio de estudio e hizo que el tiempo pasara mas rápido de lo habitual, hace mucho no lo veía y quería desempolvar la caja de recuerdos que tenía con él, fue bastante enriquecedor saber que las personas con las que me gradué se extrañan unas a otras, al parecer no era el único.
Cuando llegamos por primera vez conocí a los familiares de Beba, de los que tanto hablaba y me di cuenta que todo era verdad, eran personas muy joviales y con buena energía, justo lo que necesitaba; un momento de tranquilidad para poder distraerme de los malos pensamientos, adicional a esto, allí se encontraban 2 amigos más, o bueno, yo los considero así, Juan David y Valeria, me alegró verlos y saber que no han cambiado para nada, toda buena aura era bienvenida. Tras minutos de charla, mencioné la expedición (sin saber porque realmente), y ellos mostraron gran interés por saber cuales eran los sentimientos que yo había estado alojando en este lugar, me sentí muy incomodo porque pensé que se iban a burlar, como lo expresé en "La bandada de cuervos", siempre la gente tiende a pensar que lo que hago es ridículo y ya no quiero ser el centro de las burlas, así que tras una larga "rogadera" accedí a que leyeran. Su reacción fue totalmente opuesta a la que yo esperaba, al parecer se entretuvieron leyendo tanto, que Beba y su novio Nikolla también se pusieron a escuchar mientras Juan David leía. Conocieron un poco más de mí y me lo hicieron saber, no sabía que sentir pero definitivamente no era ningún sentimiento pérfido.
Arco iris |
Lo primero que se me vino a la cabeza al verlo, fue que Dios quería hacerle un regalo a Beba en su día especial.
Posteriormente a esto, terminé en la casa de uno de mis mejores amigos: Jaime, donde se encontraban otros 2 que también aprecio muchísimo: Camilo y Julian, así como dijo Camilo, son de esos que puedo contar con mis dedos y de eso hablaremos más adelante.
Con Camilo y Jaime siempre tenemos un pequeño "problema", y es que siempre que la vida nos da tiempo para pasarlo juntos, terminamos bebiendo, irremediablemente, pero es una costumbre que me agrada compartir con ellos porque, me han manifestado que en absolutamente todas las veces que nos encontramos y bueno, bebemos, tienen un gran rato y la pasan muy bien, independientemente de donde nos encontremos o lo que estemos haciendo; cuando se trata de ellos no me importa pensar en mi mismo primero, porque como lo he dicho antes, si las personas que quieres están felices, consecuentemente tú también lo estarás.
No sé si fue por mis acciones pero Camilo se dio cuenta de que estaba triste en mi interior y pues ya saben, el alcohol te inhibe de toda mentira existente en tus nervios, les termine contando acerca de los percances con MM, al parecer ¡ella logró confundirme a mi!, y no sabia que hacer realmente, Jaime siempre es muy indiferente con estos temas, por el contrario Camilo y sorprendente-mente Julian se mostraron predilectos al tema; me dieron un gran consejo que aplicaré porque tras reflexionar bastante, creo que podrá solucionar mis problemas. La solución me pone aún más triste que el problema pero es un momento nada más, es un corte seco, del que podré sanar con el tiempo y el problema es más como una herida que no quiere curarse, duele mucho pero prefiero sentir un dolor fuerte y saber que terminará.
Canción de la noche: Twenty One Pilots - Heathens
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