La oscuridad

La respuesta muchas veces puede encontrarse mediante la oscuridad, porque lo bueno no es tan bueno ni lo malo, tan malo. Eso era lo que siempre había pensado en mi interior. 

Llegó la noche del 19 de Junio de 2022. Estoy solo en mi habitación y veo las galletas, huelen bien, un pequeño snack nocturno, pensé. Me comí un tercio de la bolsa y procedí a distraerme en mis actividades normales. 

A eso de las 10 de la noche, fui a hablar con mi hermana y sentí una conexión espectacular con su corazón, con todo mis esfuerzo mental y sentimental traté de brindarle el mejor consejo y comprensión. 

Al terminar me dirigí a mi cuarto, ya afectado bastante por el THC y me puse a escuchar música. Mi cuerpo se movía solo, la música estaba fluyendo a través de mí como agua tibia.

Pero, empecé a despegarme de este plano, mi consciencia empezó a alcanzar unos niveles energéticos demasiado altos, lo que primero empecé a comprender con todo ese poder mental fue como se mueve el cuerpo y dejo aquí un fragmento de lo que escribí en ese estado:

Definitivamente nuestra comunicación, la que se hace con letras y palabras, es demasiado imprecisa.

COMO SE MUEVE EL CUERPO
El cerebro produce ondas de electricidad que excita cada músculo deseado, pero estas se complementan con el movimiento pasivo de la respiración. Dependiendo de la fuerza requerida el estimulo vibra más y más fuerte.

Después de eso, lo que pasó es que empecé a pensar en los demás, en lo que piensan de mí, en que aún tengo ego en mi ser que no me deja ser completamente libre. En este universo las únicas fuerzas que existen es el amor y el miedo, todas las variantes corresponden a un equilibrio entre estas fuerzas. Pero el miedo me invadió, a pesar de que estuviera completamente dispuesto y envalentonado para luchar contra mi ego, para despegarme de este y darme cuenta de que no tengo que caminar solo por el mundo, me empezó a ganar la batalla y sucumbí a un nuevo estado. 

En completa oscuridad y sin darme cuenta, me caí al suelo de espaldas y empecé a hacer zoom a este plano, encontrando cosas más y más pequeñas cada vez, ahí en lo más pequeño debe estar la respuesta y el sentido, el origen de la vida. En las visiones observaba patrones con curvas que dibujaba mi cerebro, estas curvas representaban la cantidad de energía que se le estaba enviando a cada parte de mi cuerpo y al centrarme en la cabeza, en mi entrecejo, la energía que había ahí era impresionantemente grande. Es como si toda mi energía vital se hubiera redirigido a mi glándula pineal y esta me hubiera dado capacidades nuevas, me hubiera dado las herramientas para explorar, explorar mi interior. 

Viajé y viajé a través de un agujero que iniciaba en mis ojos, pero lo que encontraba cada vez era más difícil de entender, patrones y figuras en blanco y negro, que al acercarme, el punto máximo, o más bien, el punto más pequeño posible de encontrar era una cuadricula, como esa que vemos en la estática de los televisores. Cada cuadricula tenia un punto negro o un punto blanco que variaba rápidamente. Al estar en ese escenario lo único que pude comprender es que todos somos esa cuadrícula, que las variaciones en esa cuadricula es lo que nos hace ser quienes somos, hacer lo que hacemos y vivir como vivimos. Me invadió el miedo, el ego que había desaparecido para dejarme encontrar las respuestas regresó pero yo permanecía ahí en ese sitio. Traté de regresar, de despertar de ese sueño pero mi cuerpo no respondía, no sentía nada. 

Para regresar traté de recordar por donde había llegado pero no fue efectivo, traté de llenar las cuadrículas con letras y en efecto aparecieron, eso me indicaba que tenía algo de poder en ese mundo y podía "realizar", pero como cuando le quitan un juguete a un niño, mi ego me quitó el español, ya las letras que aparecían no tenían ningún sentido para mí, olvidé el español, ya no lo podía entender y en un intento desesperado por intentar con otras lenguas, no tuvo efecto, literalmente había olvidado la comunicación con palabras. Solo me quedaban las matemáticas y ahí lo comprendí todo. Lo más pequeño a lo que podremos llegar a comprender con nuestros sentidos son las matemáticas. La biología que es el estudio de la vida, es química aplicada, la química es física aplicada y la física es matemáticas aplicadas, ahí está lo más pequeño que pude sacar. Pero ahora no sé que hacer con esa información.


Definitivamente nuestra comunicación, la que se hace con letras y palabras, es demasiado imprecisa.

Mis sentidos poco a poco hacían su intento por traerme de vuelta, abrí los ojos y pude percibir la imagen del techo de mi habitación, sentí mucha esperanza de poder regresar poco a poco y abrí mis ojos, pero a los pocos segundos de estar despierto, mi energía corporal se agotaba y tenía que regresar a ese mundo de cuadrículas. Nuevamente ahí, con mi ego dominando el entorno, me puse a pensar que nunca iba a salir de ahí, que siempre iba a ver el mundo de esa manera, pensé en que tal vez así lo ven algunas personas que viven en la calle, simplemente están en otro plano y es por eso que las cosas de este mundo como el vestirse bien, como el tener propiedades, como el tener dinero es algo secundario para ellos, solo ven el mundo de una manera diferente. Pero como agua que destruye las piedras, incesantemente mi ego me indicó que no puedo terminar como una de esas personas, que yo soy mejor que esas personas, que no tengo que echarme a perder, todos los pensamientos que podrían hacer trastabillar mi alma empezaban a aparecer y mi valiente mente que luchaba contra esa idea se empezaba a sentir agobiada. Fue en ese momento cuando mis sentidos hicieron un segundo intento por despertar. 

El tacto, la vista, el sabor en mi boca, todo trabajó en junto para traerme de vuelta y lo logré. Desperté y me puse de pie. 

Me dirigí al baño pero hice mucho ruido, y caí sentado. Afortunadamente mi hermana despertó y fue al rescate, para ayudarme a levantar me tocó la mano y ahí, pude sentir y ver su cuadrícula, la de ella estaba llena de colores armoniosos cuidadosamente colocados que la definían a ella como persona. 

Mi cuadrícula se tranquilizó y encontré en mi hermana una base de la cual agarrarme para regresar. Me dejó en mi cama y se fue a la cocina para traerme algo de beber y en esos momentos en los que se fue sentí como poco a poco iba regresando al hoyo, al agujero negro que me estaba tratando de mantener ahí. Pero firme, agarrado de este plano me aferré a las sabanas a esperar a que mi hermana regresara para que me diera otro empujoncito. 

Ya acostados, me atacaban pensamientos negativos. Pero con mi llama violeta a tope trataba de transformar todos esos estímulos en felicidad y paz para mi alma. Tengo miedo, está muy duro el viaje, estoy asustado, está difícil, le decía a mi hermana pero ella me tranquilizaba, con su presencia me sentí protegido y poco a poco, fui cayendo dormido. 

En este instante siento una extraña tranquilidad, una nueva comprensión de las cosas, me refresqué de toda la energía del mundo que me había estado colonizando poco a poco. 

Quizás no haya una respuesta que podamos entender al final de todo. Solo estamos aquí. El sentido de la vida, tiene que ser la felicidad. ¿Epicuro tenía razón?

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