Soy una hormiga

Las cosas que las personas hacen, tienen diferentes motivos; reconocimiento, historia, beneficios, venganza, sentido. Pero en el momento de nuestra muerte, nos damos cuenta de que realmente nada de eso importa, nada tiene más importancia que el haber sido feliz, quedar satisfecho con las acciones en vida y el trabajo realizado. 

Soy una hormiga trabajando en el suelo del bosque, lo único que veo es la hoja sobre mi cabeza, que me da alivio del sol.

Siempre tuve miedo, pero ya no lo tengo.

Es extraño pensar tanto en la muerte, la manera en que moriré, cuando moriré, donde moriré, se vuelve algo, abrumador. Por lo que siempre trataba de ignorarlo, pensar que aún faltaba mucho, cuando la muerte podría estar tocando mi ventana. Pero después de pensar, de realizar, que algún día, tarde o temprano, joven o viejo, sabio o tonto, llegará el día de mi muerte. 

Y lo único que pido y la hoja en mi cabeza es, ser feliz, para morir feliz y poder descansar en paz.

Las palabras son bonitas, pero tan innecesarias.

Estoy muy cansado.